martes, 19 de mayo de 2009

Mario Benedetti, mayo 17

¿Por qué nos asustas con el vacío?
Este silencio no te acaba ni relega,
Que lo escrito no es última entrega
Ni por ausente eres menos mío.

Que en primavera rota llegue el frío,
Es sorpresa, dolor y opresión eterna,
¿cómo lograr que nos concierna
tu obra, tu vida, tu irremediable hastío?

¿qué será de tu Montevideo sola?
¿qué me queda en mi Puebla remota?
¿qué soledad es tu última herencia?

¿qué agregar a tu mar de inmensa ola?
¿tú que haz vuelto de la vida una nota?
¿tú que en la venidera noche, eres presencia?