miércoles, 19 de marzo de 2008
Los demonios de la lengua, Alberto Ruy Sánchez
Los demonios de la lengua, Alberto Ruy Sánchez, SEP-CREA, Col. Los cuadernos de la orquesta, México 1987. 1a. Edición.
"Dice el autor, y con su relato lo demuestra, que "En la noche sin nombres, sin respuestas, sin orillas, en la noche muda de nuestros cuerpos aguardan impacientes los demonios de la lengua".
Un libro sobre la duda y el deseo. Podría subtitularse: Las trampas son de la razón, no de la fe. Son tres historias en tres siglos, con tres personajes que se cruzan por su fe y su deseo a lo largo del tiempo, de manuscritos encontrados y pasiones que afloran en diversas circunstancias. La razón ayudando como levadura a levantar la harina de la fe más que de la duda.Uno de los personajes es un inquisidor y místico jesuita que muere estrangulado por su propia lengua. Está inspirado en los diarios del Padre Surin.Estuvo probablemente poseído por Los demonios de la lengua, como su diario lo atestigua. Extasis místicos y sexuales se empalman en su mente y en su cuerpo. El segundo, un dominico, orden tradicionalmente enemiga de los jesuitas, encuentra y traduce el manuscrito del primero. Su propia historia se inspira en un personaje histórico que siendo Inquisidor criticó a la Inquisición y ayudó a que ésta se cerrara: Juan Antonio Llorente. El tercero es un estudioso, inspirado en Don Marcelino Menéndez y Pelayo, que odiaba al segundo por considerarlo poco cristiano, pero mientras escribe un conocido ataque furibundo contra ese Heterodoxo de otro siglo que es su enemigo imaginario, el sueño le trae sus propios deseos convulsivos: una andaluza que lo ha perturbado toda la vida hasta hacer de él lo contrario de lo que por escrito defiende. Ensayo que se vuelve fabulación rigurosa, de lógica implacable; y al mismo tiempo trenza de cuentos que penetra en la historia de las creencias y del deseo de creer. La duda es el centro magnético de este relato, novela heterodoxa donde Historia y Ficción, Bien y Mal, Carne y Espíritu aparecen unidos en un mismo parpadeo."
Fragmento extraído de http://www.albertoruysanchez.com/
"De pronto distinguió tras la espalda del ángel un blanco cuello de cisne estirándose al viento, mientras el ángel se balanceaba como si tuviera otro cuello dentro. El jesuita, sorprendido, todavía sin descifrar claramente lo que estaba viendo, comenzó a tomar de nuevo conciencia de su cuerpo y se encontró con que tenía en la mano su propio cuello de cisne erecto, y angustiado estrangulaba su vuelo.
En la agitación que siguió dentro y fuera de sí mismo, al monje le vino por un instante la sensación de que ahí, tirado en el suelo, apuñalaba a un cisne que quería violarlo. Luego, él mismo era el cisne que violaba al ángel, y finalmente él había sido el ángel mientras desechos de nube vieja le habían caído en las manos."
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